No hay campeonato que valga lo que una molécula de vida. Nada, absolutamente nada está por encima de la dignidad humana, de la integridad psico-física de la persona.
No hay campeonato que valga lo que una molécula de vida. Nada, absolutamente nada está por encima de la dignidad humana, de la integridad psico-física de la persona.