La alta demanda obligó a Sed de Mar y a su dueña Catalina Jensen a dar el salto a una tienda en línea, para responder con más rapidez las solicitudes, evitar errores y ordenar todos los pedidos.
La alta demanda obligó a Sed de Mar y a su dueña Catalina Jensen a dar el salto a una tienda en línea, para responder con más rapidez las solicitudes, evitar errores y ordenar todos los pedidos.