Desigualdad por las nubes: ¿por qué hay tan pocas mujeres pilotos de avión en Costa Rica?

Kristel Acevedo es otra costarricense que ha destacado en el mundo de la aviación. Ella logró ser piloto y capitán de una aerolínea en Pakistán, Air Sial, después de una trayectoria de más de 14 años en esta industria.

Ellas son solo dos ejemplos de mujeres que han destacado como pilotos, pero lo cierto es que la cantidad de hombres que logran graduarse en este segmento de mercado sigue siendo muy superior. Este fenómeno se debe a una serie de factores interconectados que van desde barreras culturales hasta desafíos económicos y educativos.

Una de las principales razones por las cuales pocas mujeres se gradúan como pilotos en Costa Rica es la persistencia de estereotipos de género. Tradicionalmente, la aviación ha sido vista como una profesión masculina, y muchas mujeres enfrentan dudas y presiones sociales que las desmotivan a seguir esta carrera, por ello apuestan por otras donde “son más aceptadas”, como tripulantes de cabina.

Esto sin contar el costo económico y de tiempo que conlleva culminar la carrera. Es una inversión monetaria considerable, pues lo más costoso son las horas de vuelo que son requeridas para tomar experiencia y posteriormente ser contratadas por alguna aerolínea, ya sea local o fuera de Costa Rica.

El Financiero analizó la información de cuántas mujeres se han graduado como pilotos de avión y helicóptero, tanto comerciales como privadas y también las que han solicitado su autorización como estudiantes.

De acuerdo con los datos de la Unidad de Licencias Aeronáuticas, adscrita a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), entre 2019 y 2023 se emitieron 220 licencias para pilotos comerciales, de las cuales solo 18 correspondieron a mujeres. Estas licencias se brindan a las personas que ya cumplieron con un mínimo de horas y exámenes requeridos.

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Para ser piloto comercial se requiere mayor experiencia que en el caso de los privados, puesto que aspiran a ser contratados por las principales aerolíneas del mundo.

En otras palabras, en los últimos cinco años apenas el 8,1% de los nuevos pilotos son mujeres y en 2024 no parece que el panorama vaya a cambiar: entre enero y abril de este año se entregaron 20 licencias y el 90% fueron para hombres.

Dicho de otro modo, en promedio solo tres mujeres al año reciben su licencia de piloto comercial. En el 2022 fue cuando más se graduaron, con un total de seis, mientras que el año de menor interés fue el 2020, solo una mujer obtuvo su licencia.

Si se trata de pilotos privados la situación no cambia mucho: entre el 2019 y el año pasado se otorgaron 286 licencias de este tipo y solo 32 están en manos de mujeres. Esto representa el 11,1% del total.

El dato es aún más contundente en los primeros cuatro meses del 2024, pues de los 26 nuevos profesionales en este campo que recibieron su aprobación para laborar, solo una era mujer.

Finalmente, en el ramo de pilotos de helicópteros, tanto públicos como privados, es dominado por hombres. Eso sí, tampoco es que se hayan graduado muchos para pilotar estas aeronaves en los últimos años.

En el caso de los privados fueron 14 hombres quienes sacaron su licencia entre el 2019 y abril pasado, mientras que para licencia comercial fueron 48 en el mismo periodo. En ambos sectores ninguna mujer logró esta autorización.

Otra forma de medir qué tan interesadas están las mujeres por estudiar aviación es revisar la cantidad de licencias para estudiantes emitidas en los últimos cinco años y el primer cuatrimestre de 2024. Aquí también se nota una importante disparidad entre géneros.

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Del 2019 a 2023 se entregaron 928 permisos para aprendices de pilotos, de los cuales 126 fueron para mujeres. Esto quiere decir que el 87% de quienes solicitaron esas licencias fueron hombres.

Durante el primer cuatrimestre de 2024 se otorgaron 51 permisos para alumnos, de los cuales 10 fueron para féminas.

¿Qué frena a las mujeres para convertirse en pilotos?

“En la posición de piloto, que evidentemente es el referente de la industria, los altos costos que implica estudiar la carrera pueden ser una barrera que por supuesto afecta por igual a hombres y mujeres. Pero la aviación implica mucho más que pilotear el avión; requiere mecánicos, ingenieros aeroespaciales, analistas de datos, líderes gerenciales y un creciente número de especialistas en diversas áreas que permiten que la industria funcione”, consideró Alina Nassar, especialista en derecho aeronáutico de la firma Nassar y expresidenta de la Asociación Internacional de Mujeres de Aviación.

En Costa Rica, un total de siete escuelas imparten la carrera de piloto comercial y privado, pero el precio mínimo para completar la carrera es de $20.000. El precio puede variar dependiendo de la cantidad de horas de práctica que se realicen.

Actualmente, cada hora en el aire tiene un costo inicial de $180, pero esto varía dependiendo de la escuela y del tipo de aeronave elegida o que esté disponible. Normalmente se exigen al menos 150 horas para optar por la licencia comercial.

También hay que sumarle los cursos teóricos, material para clases y hasta los uniformes. Para aliviar un poco esta carga financiera, la mayoría de estos centros de estudios tienen disponibles programas de financiamiento para realizar los pagos durante la carrera.

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“Es una carrera que con el tiempo ha estado muy estigmatizada y se piensa que es solo para hombres, también el costo es un distractor para no matricular”, indicó Gabriela Mejía, gerente de calidad del Centro Profesional de Enseñanza Aeronáutica (CPEA).

¿Cómo atraer a más mujeres a esta carrera?

El hecho de que existan modelos mujeres a seguir en el campo de aviación, específicamente como pilotos, puede ser clave para que más niñas y jóvenes se acerquen a este campo. También las aerolíneas juegan un papel crucial para atraer a más mujeres, sobre todo para que los representantes comenten de experiencias fuera de Costa Rica y presenten de primera mano a las mujeres cómo es ser piloto.

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También hay una brecha por cerrar en esta y en general la mayoría de profesiones y tiene que ver con el manejo de las tareas del hogar, de forma que sea más equitativo. Muchas mujeres desisten de sus metas laborales por dedicar más tiempo a actividades familiares, como el cuido de niños, entre otros.

“La industria aeronáutica es muy atractiva, nosotros hace un tiempo realizamos una encuesta muy interesante y el promedio es que de cada 10 personas 8 la aman. Ahora bien el tema de la carrera de Piloto Aviador Profesional es un tema que es de alta inversión, dedicación, desarrollo de habilidades, destrezas, toma de decisiones, comunicación efectiva, liderazgo y tener una excelente formación”, consideró Jorge Valverde, director de mercadeo y ventas del Instituto de Formación Aeronáutica.

Esta casa de estudios reporta que actualmente tiene a 15 mujeres preparándose para convertirse en piloto y que en varios cursos, los grupos tienen la misma cantidad de hombres que de mujeres.

La tendencia es que para los próximos años la cantidad de viajeros siga en aumento, las rutas se incrementen y haya más demanda. A mediano y largo plazo, esto también abrirá las puertas a que lleguen más pilotos al mercado.